¿Qué nos impulsa a viajar?
Desde tiempos antiguos el hombre ha tenido la necesidad de echarse a recorrer nuevos caminos, de descubrir que albergan esas tierras aún desconocidas.
Japón es…diferente, Japón es… geishas, karaoke, manga, anime, sushi, kabuki, hombres de negocio, templos….sí, Japón es todo eso y mucho más. Japón es…hermoso, relajante, nostálgico, profundo, moderno, seductor, excitante, sustancioso, histórico, cultural, trepidante, conmovedor, divertido, suntuoso…
Recorrer las centelleantes calles de Tokio u Osaka, sus barrios de neón, su ruido de máquinas, su incesante tráfico peatonal, o descansar a la sombra de los jardines de Kioto y en templos donde el incienso perfuma todo el día, todo en Japón es sorprendente.
Desde la Era Meiji (1868-1912) Japón ha crecido a un ritmo trepidante: trenes de alta velocidad, pistas de esquí cubiertas, galerías comerciales que venden sin tregua lo que acaba de ser diseñado. Al mismo tiempo, junto a los excesos de la gran ciudad, conviven tradiciones centenarias y pueblitos de madera donde se conserva la esencia más íntima del corazón nipón. Con un sentido de lo estético muy particular, la delicadeza y la inclinación hacia el detalle caracterizan las obras de arte y la artesanía japonesa. Un país donde el pasado se mezcla irremediablemente con el presente. Japón, país de cultura, se erigió entre tifones y terremotos, arreglos florales e industria automovilística, imperios sucesivos e independencia… No existe otra forma de penetrar en este mundo que dejarse llevar.
Porque las posibilidades son infinitas, debemos emprender el viaje. Siempre.
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